Junto a la ventana
yo te esperaba,
pero tiempo no queda,
así que me fui por la mañana.
Con mi ropa ajada,
fui a tu morada
para encontrar el destino
que necesito, amor mío.
A tu casa llegué,
pero no te encontré,
por la calle te busqué
y hasta en un bar te encontré.
Por fin, allí te vi
con mi mirada
un tanto desconfiada
me acerqué a ti.
Y con mis labios
un beso recibiste
e, inesperadamente,
te fuiste
María Fernández Alarcón y Elena González Urbaneja (1º ESO)
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