que, como flechas de oro
cortaran el aire, atravesaran tu alma.
Que como huracán te llevaran con ellas,
de cabeza a otro mundo.
Si el Niño nos hiriera a todos igual,
si en el amor no hubiera capitalismo.
Si hubiera palabras para expulsar
esta argamasa en forma de sentimiento,
este sentimiento en forma de argamasa.
Demasiado espesa, demasiado densa,
y sólo se licua con besos,
sólo con besos, con tus besos se libera y
cae en torrente, y nos arrasa.
Y nos lleva por una corriente que resulta ser
un afluente, y ya el argamasa se diluye,
se hace agua; y se junta, se entremezcla
con tu propia agua.
Nos fundimos en un único río que tras bajar
furiosamente la montaña,
yace con aguas calmas en busca
de otra montaña que descender.
Y tranquilos, con calma,
nos abrazamos
y en tus ojos veo mi ser.
(Ana Moreno Ayala, 1ºBACH-B)
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