Unas tiritas usé para tapar
las heridas que me dejas,
pero no es suficiente con esto
pues mi vida es eterna.
Betadine usé para curar
las heridas que te dije,
que por mucho que las cuide
no se borran ni con tipp-ex.
Quitaesmalte usé para quitar
ese daño que me hiciste,
pero con tanto que eché
borré mi vida triste.
María Fernández Alarcón (1º ESO)
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