viernes, 5 de noviembre de 2010

Aida Ortigosa Pérez

SOLA

Y me quedé sola
con las manos vacías
mirando a un lugar
que tal vez existía.

Y me quedé sola
con mi melancolía
pensando en un pasado
que nunca volvería.


ABUELO

Para no volver te fuiste
y me dejaste sola aquí
en este mundo tan difícil para mí.
Lo más grande y bonito
es todo mi amor por ti.
Tu ausencia crece con el tiempo.
Tu compañía me hace falta
en muchos momentos.
Solo digo, abuelo,
lo mucho que te quiero
y que sin ti no soy nada,
sólo polvo en el viento.


ABUELA

Su voz entrecortada te cuenta una vida apasionada.
Su dulce mirada te devuelve su infancia.
Su pelo rizado se lía en tus manos.
Su cara arrugada refleja una vida pasada.
Esa, esa es mi abuela, mi querida abuela.

1 comentario:

  1. Aida: transmites con tu palabra sentimientos que tocan muy adentro. No dejes nunca de escribir poesía, eres un alma sensible.

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