Una vez hubo un muchacho muy observador,se fijaba en cada detalle,cada defecto,cada virtud de cada persona, por eso era muy exigente al fijarse en el amor
Un día se chocó con una muchacha que estaba paseando a su perro,se fijó en ella, le miró de arriba abajo y le dijo: "perdone" ,ella le dijo con una sonrisa :"no pasa nada".El muchacho se enamoró de su sonrisa y soñó con ella. Día y noche la buscó por todos los rincones de la ciudad pero no la encontró.
Se tropezó al día siguiente con una farola y la muchacha que tanto buscaba estaba allí en la acera de enfrente,cruzó la acera y le dijo :"¿quieres tomar algo?", ella le dijo que tenía prisa, que en otra ocasión.
El muchacho no perdió la esperanza y un día por la televisión ella apareció mostrando un defecto de esos que él no soportaba y....fue gracias a ella que aprendió que todo tenemos defectos pero lo que de verdad importan son las virtudes que cada uno tenemos porque los defectos y las virtudes son lo que nos hacen únicos