domingo, 5 de diciembre de 2021

¿PARA QUÉ SIRVE LEER SIN COMPRENDER?

Ante la pregunta sobre la utilidad de la asignatura de literatura, por nombrar a una de las tantas marginadas por la sociedad a la que pertenecemos, ¿cuál es la respuesta correcta? Si algo podemos sacar en claro es que marginar al arte que se basa en aquello que nos hace humanos es un error.

Alguien sin cultura tiende a repetir la historia. La literatura es el método de transmisión cultural más amplio porque no se limita a la subjetividad a la que el resto de artes se enfrentan. Un cuadro puede significar una cosa para mí y otra muy diferente para ti, ¿verdad? Incluso la historia sucumbe, ya que la escriben los vencedores, como dijo George Orwell. Pero las palabras seguirán siendo palabras: traducciones directas de la mente de un escritor. Alguien que quería hablarnos sobre un tema que le preocupaba, o que consideraba digno de mención.

Podemos entender que no es relevante para ninguno el lugar de La Mancha en el que se desarrolla “El Quijote”; ni Cervantes quería acordarse. ¿De qué nos sirven tantos nombres y fechas para nuestra vida diaria? Otra clásica pregunta para desprestigiar las clases de historia. Pues, amigos míos, no sirven para nada. Nos sirven para enlazar que Rosseau fue un filósofo moderno importante a la vez que es líder de la revolución francesa y que el tema del que habla viene marcado por las vertientes culturales de la época,por ejemplo. Es comprensible que se olviden estas conexiones, no pasa nada. Lo que debemos recordar es lo que los autores dijeron, hicieron y, sobre todo, por qué. En vez de preguntar tanto “¿Para qué?” deberíamos preguntar más “¿Por qué?”.

Lo que la literatura nos enseña no es algo que nos sirva de forma inmediata, pero no por ello es menos útil que saber hacer una ecuación. Sería aburrido leer textos completamente objetivos. Sería insípido observar párrafos carentes de lírica. Sería triste desconocer obras que hacen que la sociedad actual sea lo que es. 

Yo no puedo evitar absorber la forma de escribir de los textos que he disfrutado leyendo. Aprendo continuamente formas nuevas de escribir, que es lo que me llena; todos mis escritos tienen algo de lo que he leído y aprendido, por ejemplo este texto contiene referencias a “El nombre del Viento”, libro que últimamente se pasea por mi mente a placer, o usa algunos de los recursos del artículo al que respondo: “Las clases de literatura no sirven para nada”, de Tu dale a un mono un teclado. No puedo ver lo inútil en enriquecer mi vocabulario, mi forma de pensar y mi percepción de la humanidad a través del tiempo. No puedo imaginar una vida sin la magia de mis libros. 

Como lector y escritor aficionado no puedo encerrarme en lo útil y no aceptar que alimentar nuestra mente es igual de importante. Así que a todos los que cuestionan la utilidad de la literatura yo les pregunto: ¿Para qué sirve leer sin comprender?

ALEJANDRO GALÁN RITA (1º BACH)