de que todo deba ser cuadrado,
de que todo deba ser perfecto.
Estoy cansada de tener que respirar,
estoy cansada de tener que obedecer.
Dime, ¿para qué?
Tú, el que tiene las estrellas en los ojos.
Tú, el que susurra por las noches
Tú , el que baila con fuego
Dime, ¿para qué?
Porque ya estoy cansada de mundo,
cansada de injusticias,
de sinrazones,
y de idiotas rompecorazones.
Estoy cansada de que el cielo sea azul
de que la hierba sea verde.
Estoy cansada de que te gires y te hagas el tonto
cuando más ganas tengo yo de verte.
Estoy cansada de que mi cuarto sea cuadrado
Estoy cansada de que mi Mundo sea cuadrado
Estoy cansada de que todo tenga forma
Estoy cansada de que todo sea... Igual
Y tú, dime, ¿para qué...
tengo que sentarme en un cuadrado pupitre
todos los días?
¿Y en otro aún más cuadrado por las tardes?
Tú, dime, ¿para qué...
me paso los días haciendo lo mismo,
sin que nada cambie?
Y dime, ¿para qué?
Tú, el que tiene las estrellas en los ojos.
Tú, el que susurra por las noches
Tú, el que baila con fuego
¿Por qué nada cambia,
nada menos lo nuestro?
(Ana Moreno, 3ºESO)